El DVD resume de una manera excelente la intención del grupo con el pasado Tour. La incontestable puesta en escena, cuya misión era trasladar al espectador a ese otro mundo en plena deshumanización, no podía ser más lograda. La apuesta fue muy valiente y aunque como buenos nostálgicos echemos en falta muchos clásicos, Tokio Hotel ha hecho lo que debía, tirar por el camino del medio y apechugar contra viento y marea defendiendo a muerte su idea inicial. Ya vendrán más trabajos y ya tendrán tiempo de contentar al espectador que demanda más “Schrei” y más lanzamiento de ositos de peluche.
La frase de la dificultad que encierra la salida del tercer álbum de una banda está un poquito trillada pero es una verdad como un templo. Si a esto, le añadimos el hecho de que los miembros del grupo han crecido dentro de un proyecto en plena adolescencia, las complicaciones se multiplican por veinte. El artista, tiende por naturaleza a querer demostrar y en cierto modo a huir de su pasado pintándose un nuevo presente . Gustav, Georg, Tom y Bill han aprendido mucho en sus primeros años de meteórica carrera y, aunque suene contradictorio, los primeros éxitos cosechados, pasan a ser para estos grupos con el paso del tiempo como pequeñas “carceles” de las que no pueden escapar pero que al mismo tiempo se les debe la vida.
Los componentes de los grupos que nacen pronto, tienen siempre la necesidad de querer convencer al planeta de lo mucho que han aprendido desde sus inicios, de querer reconquistar el mundo con sus nuevos conocimientos y de emplear el dinero ganado en el mejor de los materiales que les catapulte de nuevo a la cima para quitarse el sambenito de ser la banda teenie del momento y portada de todas las carpetas de las adolescentes. Todas las premisas anteriores se han cumplido con la salida de “Humanoid” y del Tour realizado, presentando un sonido renovado, un estilo llevado a un nuevo y peligroso terreno e incluso, impactando con un escenario innovador que ha derrochado en fantasía y en inversión.
Tokio Hotel ha intentado en este último año huir claramente de sí mismo y con bastante éxito, todo sea dicho. Con el paso de los últimos meses y si analizamos lo que han sido los primeros cinco años de la banda, “Humanoid” es más que la definición de un nuevo estilo, es la confirmación de la entrada del grupo en la edad adulta. “Humanoid” es la primera borrachera, el primer viaje con los amigos, es la puesta en escena en primera persona de una autoestima que siempre hasta la fecha había sido guiada.
“Humanoid” es el último proyecto de Tokio Hotel y el DVD “Humanoid City Live” tomado como concepto y unidad independientemente de su composición, puede que llegue a ser con el tiempo un documento referente ante muchos de los ojos, que el pasado mes de octubre giraron la vista hacia otro lado ante la salida del nuevo álbum .
Tanto si pudiste asistir a algún concierto, como si no, plántate delante del televisor, cierra las puertas y déjate llevar. Si cuando se cierra la bola metálica llevándose a Bill y comienzan a salir los títulos de crédito mientras suena el Remix de “Darkside Of The Sun” sientes el escalofrio, enhorabuena, te corre sangre por las venas
La frase de la dificultad que encierra la salida del tercer álbum de una banda está un poquito trillada pero es una verdad como un templo. Si a esto, le añadimos el hecho de que los miembros del grupo han crecido dentro de un proyecto en plena adolescencia, las complicaciones se multiplican por veinte. El artista, tiende por naturaleza a querer demostrar y en cierto modo a huir de su pasado pintándose un nuevo presente . Gustav, Georg, Tom y Bill han aprendido mucho en sus primeros años de meteórica carrera y, aunque suene contradictorio, los primeros éxitos cosechados, pasan a ser para estos grupos con el paso del tiempo como pequeñas “carceles” de las que no pueden escapar pero que al mismo tiempo se les debe la vida.
Los componentes de los grupos que nacen pronto, tienen siempre la necesidad de querer convencer al planeta de lo mucho que han aprendido desde sus inicios, de querer reconquistar el mundo con sus nuevos conocimientos y de emplear el dinero ganado en el mejor de los materiales que les catapulte de nuevo a la cima para quitarse el sambenito de ser la banda teenie del momento y portada de todas las carpetas de las adolescentes. Todas las premisas anteriores se han cumplido con la salida de “Humanoid” y del Tour realizado, presentando un sonido renovado, un estilo llevado a un nuevo y peligroso terreno e incluso, impactando con un escenario innovador que ha derrochado en fantasía y en inversión.
Tokio Hotel ha intentado en este último año huir claramente de sí mismo y con bastante éxito, todo sea dicho. Con el paso de los últimos meses y si analizamos lo que han sido los primeros cinco años de la banda, “Humanoid” es más que la definición de un nuevo estilo, es la confirmación de la entrada del grupo en la edad adulta. “Humanoid” es la primera borrachera, el primer viaje con los amigos, es la puesta en escena en primera persona de una autoestima que siempre hasta la fecha había sido guiada.
“Humanoid” es el último proyecto de Tokio Hotel y el DVD “Humanoid City Live” tomado como concepto y unidad independientemente de su composición, puede que llegue a ser con el tiempo un documento referente ante muchos de los ojos, que el pasado mes de octubre giraron la vista hacia otro lado ante la salida del nuevo álbum .
Tanto si pudiste asistir a algún concierto, como si no, plántate delante del televisor, cierra las puertas y déjate llevar. Si cuando se cierra la bola metálica llevándose a Bill y comienzan a salir los títulos de crédito mientras suena el Remix de “Darkside Of The Sun” sientes el escalofrio, enhorabuena, te corre sangre por las venas
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